“El color es en general un medio para ejercer una influencia directa sobre el alma. El ojo es el martillo templador. El alma es un piano con muchas cuerdas. El artista es la mano que, mediante una tecla determinada, hace vibrar el alma humana. Wasily Kandinsky”
Geométrica, tajante, contundente… real. Paloma impacta desde el primer momento. Los elementos, aparentemente racionales y sintéticos, nos conducen a un relato que conmueve y contagia su intención de lucha.
A través composiciones cargadas de diagonales y colores vibrantes, Ariel Popiolek, nos insta a intentar revivir uno de los hitos más significativos de su vida: el nacimiento de su hija. En este recorrido, presenciamos un diálogo íntimo entre ambos. Pero, al mismo tiempo, somos participes de una reflexión profunda en torno a la igualdad y el respeto. En la serie existe, finalmente, se da un juego contrastes; donde la síntesis se convierte en gesto, y la intimidad del día a día se transforma en lucha continua.
Entonces, podemos arriesgar, que Paloma es un llamado a la empatía. Una invitación a ponerse en la piel del otro, una mano tendida a un camino compartido más allá de las diferencias.
EQUIPO DE COORDINACIÓN - CICLO DE ARTES VISUALES
ASOCIACIÓN CULTURAL ARTE Y VIDA
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